domingo, 16 de diciembre de 2007

EL GRAN TEATRO

Libertad o libre albedrio, es el dilema que muchos se han planteado, pero quizás no es necesario escoger cual de la dos explica el fundamento de nuestra existencia, tal vez las dos; solo pensemos en el actor que tras realizar la audición para una obra de teatro acepta un determinado papel, un papel que llena sus expectativas de realización personal con evento, sensaciones, relaciones que le permiten experimentar una determinada alternativa de vida y se sumerge en la obra asumiendo el determinismo del papel que ha escogido y del cual no puede escapar pues el compromiso es llevar la obra hasta un fin previamente escogido. Viéndolo así ante el escenario de un universo con tiempo y espacio el cual lo vemos desde el infinito en su totalidad, de principio a fin, aceptamos libremente en participar y al ingresar y limitarnos en él perdemos la conciencia de nosotros mismos, de quienes somos a cambio de un determinismo que nos guía hacia un final tras el cual habremos acumulado una experiencia y recobraremos nuevamente nuestro propio ser, saldremos del universo de los limites para regresar al universo sin limites del cual somos parte y en él compartimos el todo de todas las experiencias de todos los mundos que vibran al unísono en una red de infinitas relaciones donde todos somos un fragmento pero somos dueños de la experiencia del todo.

No hay comentarios: